lunes, 23 de noviembre de 2009

It's a Wonderful Life, uno de los clásicos de Frank Capra



Desde que decidí unir mis dos aficiones (el vino y el cine), he podido apreciar pequeños instantes que antes pasaban desapercibidos ante mis ojos: hay muchas películas donde no esperas encontrar esos momentos en el que el vino se presenta y forma parte de la escena, uno de esos momentos fue este fin de semana, pues vi una bella película que me regalaron y que me encantó. It´s a Wonderful Life, que en español se llamó, ¡Qué bello es vivir!.
Frank Capra es un director de cine que realizó sus primeros trabajos en la época del cine mudo, fue conocido por películas optimistas e inspiradoras. En 1946 dirigió uno de sus iconos, It's a Wonderful Life inicialmente fue un guión llamado The Greatest Gift; esta historia estuvo a punto de realizarse varias veces, una de ellas hasta se menciono a Clark Gable como protagonista, pero el proyecto nunca se hizo hasta que el guión llego a las manos de Frank Capra.
Es una película del cine clásico, que no hay que dejar de ver, estuvo nominada a 5 premios Oscar, incluyendo mejor película, mejor director y mejor actor protagónico; esta nominación fue para el actor James Stewart, quien ya había trabajado con el director anteriormente, pero en este papel Capra logra descubrir otras facetas de Stewart como actor, que luego vemos una y otra vez en otros films del genio del suspenso Alfred Hitchcock, quien también dirigió con este magnífico actor en muchas de sus mas importantes películas.
It's a Wonderful Life es un film lleno de hermosas escenas donde aprecias la vida a traves de excelentes actuaciones y de una historia muy bien contada; que te hace ver como las acciones de una sola persona son capaces de afectar las vidas de muchas otras mas.
Y como este blog es de Vino y Cine, también en esta historia hay bellas escenas donde el vino toma diversos significados, tres específicamente.
La primera (que además es una de mis preferidas) transcurre en una casa vieja y abandonada, llena de goteras, allí Mary recibe a George la noche de su luna de miel, después que él se ve obligado a usar el dinero de su viaje de bodas para salvar la empresa de su familia, en esa casa totalmente destartalada ella arma una improvisada noche de bodas con la mesa servida, música y una botella de espumante dentro de una hielera, aquí el dialogo prácticamente es inexistente y a pesar de esto se logra plasmar un momento de mucha emoción. En este caso el espumante nos muestra el hecho, que a pesar de cualquier dificultad y que tus planes no resulten como lo querías, siempre debes encontrar una razón para celebrar.
En la segunda escena los dos protagonistas junto con el resto de los habitantes del pueblo, con mucho entusiasmo acompañan a la familia Martini a mudarse a su nuevo hogar. Allí George y Mary obsequian a la familia pan, sal y vino tinto, mientras les dicen: "Pan, para que ésta casa nunca conozca el hambre. Sal, para que la vida siempre tenga sabor. Vino, para que la dicha y la prosperidad reinen por siempre". Sabemos que para muchas civilizaciones y sociedades el vino y la viña ha sido símbolo de prosperidad y abundancia.
En la escena final después de que George vuelve a apreciar su vida, gracias a su ángel de la guarda, su hermano delante de todos los habitantes del pueblo que llenan la casa de la pareja, brinda con una taza de cristal donde le acaban de servir vino y recita la moraleja final de esta historia: "Por mi hermano mayor George, el hombre mas rico del pueblo"
Muchas veces no logramos ver que nuestras vidas están llenas de riqueza, pues la riqueza no ésta obligatoriamente relacionada con el dinero.
Bella peli, ¡gracias por el regalo!.


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